Las claves para evitar un déficit de energía eléctrica en Colombia
Publicada en El Espectador el 10 de marzo de 2025

En 2024 solo ingresó el 22 % de la energía prevista para ampliar la oferta. Y en 2023 la situación fue aún peor, porque solo ingresó al sistema el 17 % de la energía esperada a inicio de año. En 2022, el 28 %, y en 2021, el 7%.
¿Y qué pasa con la demanda? Sigue creciendo. En 2024, la demanda del Sistema Interconectado Nacional fue de 82.121 GWh, presentando un aumento del 2,7 % con respecto a la de 2023 (que fue de 79.982 GWh). Este contraste entre el crecimiento de la demanda y los problemas para ampliar la oferta explica por qué cada vez hay más llamados de alerta sobre los riesgos de escasez y la necesidad de tomar medidas para evitar contingencias en el sistema.
¿Por qué llegamos a este punto? Hay varios factores. El primero son los problemas de conectividad o licenciamiento ambiental, como los que demoraron más de cinco años la licencia ambiental para el proyecto de transmisión Colectora, en La Guajira. Ese problema impide conectar proyectos de energía renovable esenciales para la estabilidad del sistema eléctrico.
También hay dificultades propias de las consultas previas, la conflictividad social y la seguridad en los territorios. “Estos procesos, aunque necesarios para respetar derechos constitucionales, carecen de una gestión eficiente y coordinación gubernamental, lo que paraliza proyectos claves”, precisa Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo. Sin olvidar el impacto por la presencia de actores armados ilegales en áreas con proyectos energéticos, lo que ha alimentado un clima de desconfianza tanto entre las comunidades locales como entre los inversionistas. Conclusión: el proceso para obtener licencias ambientales resulta burocrático y lento.
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